Maridajes Clásicos: Los Mejores Acompañantes para tu Champagne.


Entre los mejores vinos espumosos hay uno que reina sobre los demás: el champagne o champán, aunque en francés todo suena mejor. Este oro líquido, máxima expresión de las uvas de la región que lleva el mismo nombre, es uno de los vinos más preciados el mundo.
La alta demanda, la limitada producción y lo delicado de su proceso de elaboración, lo ha posicionado como el rey de las bebidas espumosas de manera indiscutible. Además, es la expresión más deliciosa de las tres uvas que reinan en la zona: chardonnay, pinot noir y pinot meunier.
Pero saber con qué acompañarlo es una cuestión muchas veces compleja. El arte del maridaje es una habilidad que puede elevar tu experiencia culinaria a un nuevo nivel o cargársela por completo.
La elección adecuada del vino sirve para realzar los sabores de los alimentos, equilibrar las texturas y crear una armonía perfecta en el paladar. Su objetivo es que puedes disfrutar de comida y bebida, sin que ninguna de ellas eclipse o rebaje a la otra.
Debido a su importancia queremos proporcionarte los mejores consejos para conseguir el maridaje perfecto y crear combinaciones únicas para tus aperitivos, comidas principales y postres.
El maridaje del champagne y los alimentos es un arte que implica combinar sabores y crear sensaciones en el paladar. Con la elección adecuada de nuestro champagne querremos realzar los sabores de los alimentos, equilibrar la acidez, la grasa o la dulzura de los ingredientes y crear una experiencia gastronómica única.

LAS CLAVES DE UN BUEN MARIDAJE

Antes de entrar en materia es muy importante que entendamos que para conseguir el maridaje perfecto es imprescindible conocer los alimentos que vamos a comer: los sabores dominantes: la acidez, la dulzura, la grasa y la salinidad. Con ello escogeremos un champagne u otro para complementar o contrastar los sabores.
Por otro lado, tenemos que conocer el champagne, debemos tener en cuenta la estructura y la consistencia de cada champagne. valoraremos en la estructura del vino la acidez, el cuerpo, los taninos y el dulzor que también juega un papel importante en el maridaje.
En los maridajes a veces de trata de complementar para realzar y en otras ocasiones se trata de todo lo contrario, contrastar para buscar una sensación más impactante.

LOS MARIDAJES MÁS CLÁSICOS DEL CHAMPAGNE

En nuestro último post sobre maridajes, buceamos en propuestas más inesperadas para combinar nuestro champagne. Pero hoy queremos revisar los maridajes clásicos que hacen que esta bebida única realce el sabor de algunos platos o alimentos.
Cuando pensamos en un maridaje clásico para el champagne puede que lo primero que se nos venga a la cabeza sea el histórico: ostras y champagne. Entre el mar y las burbujas existe una eterna complicidad gracias al contraste de texturas donde la salinidad y carnosidad de las ostras armonizan a la perfección con la mineralidad, la salinidad y la acidez del champagne. No olvidemos que no solo se trata de que la bebida realce al alimento sino también a la inversa. Y en este caso la ostra hace que el sabor de nuestro espumoso se sublime.
Hay otra teoría sobre este “matrimonio perfecto”, que es el famoso sabor “umami”, cuando unimos las otras con el champagne conseguimos elevar ese sabor a la máxima potencia.
Otra clásico imprescindible es el maridaje entre el champagne y el foie gras. La versatilidad del champagne lo convierte en el compañero ideal para disfrutar del foie gras. El champagne que elijamos en este caso debe tener cierta complejidad y matices, para soportar y aportar sus características al foie gras sin que su natural untuosidad compita con nuestro champagne. Si, además, optamos en por un rosado como La Société, la combinación puede ser sencillamente ideal.

EN BUSCA DEL APERTIIVO PERFECTO

Cuando hablamos de un aperitivo, que se sirve antes de una comida principal, el maridaje adecuado puede hacer la experiencia más exquisita. Además, un maridaje bien pensado puede estimular el apetito y preparar el paladar para la comida principal que vayamos a degustar.
El champagne rosado La Société es una muy buena opción para maridar con aperitivos como mariscos o ceviches. La acidez refrescante y las burbujas del Champagne rosado limpian el paladar y equilibran la mineralidad y salinidad de los mariscos. Además, los sabores afrutados del champagne complementan los sabores salados y frescos de los mariscos, creando una combinación única.
Otra combinación de aperitivo infalible es la de quesos y champagne. El queso es el mejor aliado de los espumosos, ya que aumentan en boca la sensación refrescante, potenciando los efectos agradables de este alimento y del propio champagne. Su efervescencia equilibra la grasa del queso, mientras que su ligera oxidación y sus aromas son los mejores aliados de los quesos.
En general los champanes maridan muy bien con aperitivos de casi cualquier tipo, desde canapés, frutos secos, jamón ibérico… pero recuerda, en un aperitivo es muy muy importante que la temperatura del champagne sea la adecuada.

EL PLATO PRINCIPAL, EL PROTAGONISTA

A la hora de maridar champagne con los platos principales de nuestro menú tenemos que empezar por definir si nos decantamos por carne o pescado, y en caso de la ser la primera opción diferenciar si la carne es roja o blanca.
Para las carnes blancas pollo, pavo, conejo o aves de caza que suelen tener un sabor suave y ligero, lo mejor es acompañarla con un vino de características similares para potenciar sus propiedades. Se destacan los champagne blancos o los elaborados mayoritariamente con la variedad Chardonnay, como por ejemplo nuestro champagne rosado La Société.
En el caso de las carnes rojas, aunque el primer maridaje que probablemente nos venga a la cabeza sea de un vino tinto, te invitamos a probar la gran experiencia de mezclar la potencia del sabor de una carne magra con un champagne. La versatilidad del champagne es infinita y salir de los maridajes más establecidos te llevará a descubrir nuevos sabores y experiencias. Intenta seleccionar aquí un champagne con mayor presencia de uvas tintas (un blanc de noirs por ejemplo) y con una crianza larga.
Si el elegido como plato principal es un pescado, el champagne es sin duda el acompañante perfecto. La ligereza y mineralidad de esta bebida hará que realce el sabor de este plato sin quitarle un ápice de su protagonismo.

¿POSTRE Y CHAMPAGNE? PUES CLARO QUE SÍ

Cuando hablamos de postres, la potencia del dulzor de la mayoría de ellos hace que a priori no sea fácil acompañar nuestros postres con champagne. Pero como ya hemos dicho los vinos espumosos siempre destacan por su versatilidad. Los que tienen un alto grado de acidez maridan muy bien con frutas como fresa, el limón o incluso el maracuyá. Por otra parte, un millesimé podría encajar a la perfección con unas trufas de chocolate amargo negro, o una deliciosa milhojas. Una de las ventajas del champagne, es que el carbónico contribuye a reducir el azúcar existente en el postre. Por todo esto que el champagne nos acompañe desde el principio al final de nuestra experiencia culinaria no parece ninguna locura.
Recuerda que en champagne podremos encontrar también opciones más dulces y afrutadas para que nos acompañen en postres más tradicionales, selecciona para este caso aquellos que en la etiqueta indiquen demisec o doux.

CHAMPAGNE DE PRINCIPIO A FIN

Como has podido comprobar el champagne es una bebida única que como ya hemos dicho puede acompañarte a través de todo tu menú. Desde los maridajes clásicos como las ostras y el champagne, hasta mezclar nuestro espumoso con un buen chuletón, todo es válido si lo que queremos es una bebida que realce los sabores de nuestros alimentos.
La experiencia culinaria a través del famoso espumoso francés se convierte en un viaje para nuestros sentidos. El maridaje perfecto del champagne será aquel que te haga disfrutar de cada momento y vivir la gastronomía como lo que siempre debiera ser una cuestión de gustos y disfrute.